Este recorrido exclusivo por la ciudad del Cusco comienza en la emblemática Plaza San Cristóbal, situada en una colina con una de las vistas panorámicas más impresionantes de toda la ciudad. Desde este mirador, es posible apreciar la majestuosidad de la antigua capital del Imperio Inca, con sus tejados coloniales, sus iglesias y calles empedradas que cuentan historias centenarias.

Luego, nos dirigiremos al vibrante Mercado de San Pedro, un lugar lleno de vida, colores y aromas. En este tradicional mercado, nos sumergiremos en los sabores auténticos del Cusco, explorando sus puestos de frutas, panes, hierbas, artesanías y otros productos regionales que abastecen a gran parte de la ciudad. Es una oportunidad perfecta para conocer el día a día de los cusqueños y descubrir la riqueza de los ingredientes andinos.

Continuaremos hacia el majestuoso Templo del Qorikancha, que en tiempos del imperio fue el centro religioso más importante dedicado al dios sol, Inti. Su esplendor original aún se intuye en sus muros de piedra pulida, que antiguamente estuvieron revestidos con láminas de oro. Sobre sus cimientos se erige el Convento de Santo Domingo, un ejemplo impresionante de la superposición de culturas.

El recorrido sigue hacia el tradicional barrio de San Blas, conocido como el barrio de los artesanos. Pasearemos por sus estrechas calles hasta llegar a la calle Hatun Rumiyoc, donde se encuentra el Palacio Inca Roca, hoy Palacio Arzobispal. Allí nos detendremos a admirar la famosa Piedra de los Doce Ángulos, símbolo de la perfección arquitectónica inca.

Finalizamos nuestro recorrido en la Plaza de Armas, corazón del Cusco, con una visita a la imponente Catedral, que resguarda valiosas obras de arte colonial y es considerada uno de los templos más importantes de América del Sur.